La misa fue presidida por monseñor Azpiroz Costa, quien se revistió con la casulla que usó el papa Juan Pablo II en su visita a la arquidiócesis, en abril de 1987. Compartió además una carta pastoral.
El arzobispo bahiense animó al clero a continuar viviendo el ministerio sacerdotal desde la "alegría". "Don y donarse, perdón y perdonarse, palabras íntimamente unidas al corazón sacerdotal", dijo.
Los festejos incluyeron una misa en la catedral, presidida por el arzobispo, monseñor Azpiroz Costa, seguida de un brindis para celebrar las bodas de plata de su arribo a la arquidiócesis.
El encuentro marcó, una vez más, la alegría y la fuerza de los jóvenes en la transmisión del mensaje de Jesús en relación con ser anunciadores de la Buena Noticia.