Fue durante la XLIX Asamblea de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), que se desarrolló en Honduras. Se propusieron respuestas evangélicas ante la situación regional.
Ante la grave crisis social que atraviesa el país caribeño, los religiosos y obispos de América Latina y el Caribe expresaron su preocupación y cercanía.
Ante la reciente ola de violencia en Haití, la Confederación Latinoamericana de Religiosos repudia esos hechos y se une en oración, sumándose a las voces del pueblo haitiano.
La Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos repudió los últimos hechos y, junto con su confederación regional, pidió la liberación de las seis monjas y de los demás secuestrados en ese país.