El presidente del Episcopado citó al futuro beato, que aseguraba que a la vida había que "amarla, entregarla y esperarla" para que sea verdaderamente plena; y lo recordó como un "hombre de esperanza".
Se trata de Vincent Chough, Darío Fernández, Juan López, Juan Ocampo y Alejandro Ubiría. El obispo los animó al servicio y a dar respuesta a las necesidades de las comunidades diocesanas.
"Todos los seres humanos tenemos esto en común: somos mendigos de amor, necesitamos ser amados; necesitamos salir de nosotros y encontrar la felicidad dando, a imagen de Dios", subrayó el obispo.
"Nosotros no somos propiedad de nadie más que de Dios; no somos propiedad de la política, ni propiedad de la familia; nosotros no tenemos otra propiedad que Dios", recordó el obispo de San Isidro.