Mons. Ares recorrió la diócesis de Bariloche antes de asumir como obispo

Visitó parroquias, realizó un retiro y compartió la misa y la mesa con diversas comunidades. Tomará posesión de esa sede episcopal rionegrina el próximo viernes 21 de julio.

“Recibí la unción del Pueblo de Dios”: así describió el flamante obispo de San Carlos de Bariloche, monseñor Juan Carlos Ares, los frutos de la recorrida que hizo de su nueva y extensa diócesis, días previos a tomar posesión de la sede episcopal el próximo viernes 21 de julio, cuando la comunidad diocesana le dé oficialmente la bienvenida. 

“¡Usted nos ganó de mano!”, le expresaban al nuevo obispo comunidades del interior de la provincia, que “se alegraban”, con “orgullo de pueblo” de haber recibido al obispo antes que la ciudad de Bariloche, ya que no les iba a resultar muy fácil acercarse hasta la catedral diocesana para la ceremonia de asunción el próximo viernes. Querían ir a recibir al pastor y el pastor los visitó a ellos.

Monseñor Ares, quien fuera hasta el mes pasado obispo auxiliar de Buenos Aires a cargo de la Pastoral porteña, estuvo la semana pasada realizando un periplo de visitas a comunidades parroquiales, que compartió con sus amigos por whatsapp.

“En este momento, está cayendo aguanieve. Les envío un recorrido que hice que fue hermoso. Comencé unos días de retiro en Viedma, en la Parroquia Don Bosco, en la casa de los salesianos, junto a los restos mortales del gran santo patagónico Don Artemides Zatti”, contaba en primera persona monseñor Ares a una persona de su entorno, Virginia Bonard, quien compartió con AICA estos relatos.

“Inicié el camino hacia la sede de la diócesis por la línea Sur, ruta 23”, continuaba el prelado. “El sábado a la tarde estuve en Ministro Ramos Mexia. Visité la capilla Nuestra Señora del Rosario. Y, a la tardecita, la capilla de Santa Teresita en Sierra Colorada”.

“El domingo estuve en Los Menucos. Misa a las 11 en la parroquia Sagrado Corazón. Y luego conocí la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe. Compartimos un almuerzo delicioso: un corderito a la parrilla. Y, más tarde, conocí a las Hermanas Josefinas en Maquinchao. A las 18, misa con encuentro comunitario en la parroquia Exaltación de la Cruz de Ingeniero Jacobacci. Dormí en Jacobacci, y el lunes volví a Bariloche”. 

Monseñor Ares expresó finalmente: “Celebré misa dando gracias por esta experiencia a la que puedo llamar ‘de unción del Pueblo de Dios’”, con la alegría de haber sido recibido tal como narra el Evangelio de ese lunes: “El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a Aquel que me envió”.+