Un gesto de cercanía con quienes padecen el flagelo de las drogas

  • 7 de diciembre, 2013
  • Santa Fe
"Este gesto tiene un profundo significado espiritual, pero también de cercanía humana con quienes padecen este flagelo. Queremos decirles que no están solos, que nos sentimos parte de una sociedad que los acompaña, que se siente solidaria con ellos, pero también que quiere crear las condiciones que permitan el desarrollo de una vida más digna. Es no quedarnos sólo lamentando un hecho triste y conocido, sino asumir un protagonismo moral, espiritual y social que nos permita construir una sociedad más humana y justa, donde el hombre pueda alcanzar su pleno desarrollo. No es verdad que nada se puede hacer", afirmó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, al explicar el significado de la jornada de ayuno y oración ante el "drama" de la droga y el narcotráfico, convocada para este primer sábado de Adviento por la Conferencia Episcopal Argentina.
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, explicó el significado de la jornada de ayuno y oración ante el "drama" de la droga y el narcotráfico, convocada para este primer sábado de Adviento por la Conferencia Episcopal Argentina. Tras recordar el texto de la declaración de los obispos, precisó que se trata de una invitación a "todos los que comparten nuestra fe y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a una jornada de ayuno y oración, pidiendo a Dios Padre que mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de la Ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas". "Este gesto tiene un profundo significado espiritual, pero también de cercanía humana con quienes padecen este flagelo. Queremos decirles que no están solos, que nos sentimos parte de una sociedad que los acompaña, que se siente solidaria con ellos, pero también que quiere crear las condiciones que permitan el desarrollo de una vida más digna", subrayó. Por último, monseñor Arancedo sostuvo que "es no quedarnos sólo lamentando un hecho triste y conocido, sino asumir un protagonismo moral, espiritual y social que nos permita construir una sociedad más humana y justa, donde el hombre pueda alcanzar su pleno desarrollo. No es verdad que "nada se puede hacer".+ Texto completo del micro radial