"No dejar a ningún niño atrás en la lucha contra la trata", es el tema elegido este año para el Día Internacional de lucha contra la Trata de Personas, que se celebra cada 30 de julio.
En un comunicado, se dirigieron "a los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas en la ceremonia inaugural".
Al presidir la misa central de hoy, el arzobispo de Santiago de Compostela reclamó mantener las raíces cristianas en Europa y poner al hombre en el centro y en el corazón de las instituciones.
Cientos de capellanes brindan apoyo espiritual y las parroquias ofrecen acogida a los visitantes, periplos culturales, vigilias de oración, actividades deportivas y misas en diversas lenguas.