Lo expresó el Santo Padre en un mensaje a los más de 700 estudiantes y formadores de los seminarios de Francia, reunidos por primera vez en diez años, del 1º al 3 de diciembre en París.
El presidente del Episcopado inició un proceso de escucha y de discernimiento con distintas personalidades y obispos, centrado en la actual crisis político-social del país y en pro del bien común.