El arzobispo afirmó que "para hacer efectiva esta paz se requiere preparar los corazones mediante el esfuerzo generoso de neutralizar todo tipo de violencia" y profundizó: "La paz es un don de Dios".
"Según respondas a quién es Jesús para vos, vas a formar parte de esta familia, vas a tener una pertenencia, una raíz que te va a hacer feliz", planteó el obispo emérito de San Isidro.
El arzobispo de Córdoba profundizó en el sentido del Sagrado Corazón como símbolo de amor, ternura y esperanza, invitando a dejarse tocar por las mociones del corazón y a renovar la fe.
El arzobispo de Bahía Blanca vinculó el testimonio de los apóstoles Pedro y Pablo con los desafíos del presente y el riesgo de una cultura que juzga sin misericordia.