Desde todo del país, cientos de sacerdotes nigerianos asistieron al funeral del sacerdote asesinado en Kaduna el pasado 25 de junio y exigieron justicia y protección al gobierno.
En el último fin de semana los sacerdotes Vitus Borogo, en Kaduna y Christopher Odia Ogedegbe en el Estado de Edo fueron asesinados en ataques separados.
Los nigerianos viven con miedo y ansiedad, escasez de alimentos y aumento de la inflación, mientras la política parece distraída en el proceso electoral, advierten los prelados en un comunicado.
El domingo 19 de junio, dos iglesias cristianas, una católica y una bautista, del noroeste de Nigeria fueron atacadas por hombres armados; hay 3 muertos y unos 40 secuestrados.