"La Trinidad está continuamente saliendo de ella misma para poder volcarse. Estamos hechos para salir de nosotros mismos", manifestó el obispo emérito de San Isidro en su reflexión semanal.
Desde el Módulo de Mujeres de Bouwer, el arzobispo de Córdoba destacó el misterio de la Trinidad como un llamado a la unidad, el amor y la esperanza.
"Solamente nos vamos a sentir plenos cuando esté esa huella de Dios, que es amor, que es comunión, que es apertura al otro, pero que también es entrega y sacrificio", expresó el obispo auxiliar.
"Que en este Día del Padre puedas agradecer lo vivido y animarte a seguir construyendo, con tus errores y aciertos, una familia donde haya amor, ternura y fe", sugirió el arzobispo para esta fecha.