El obispo de S. Isidro invitó a pedirle al Señor que "nos conceda liberarnos de toda sordomudez de alma y de espíritu", y animó a ponerse al servicio de aquellos que "están más solos y lo necesitan".
El arzobispo sanjuanino pidió no "procrastinar" la ayuda y acrecentar la solidaridad porque "el hambre es violencia". "Tengamos en cuenta a quienes más sufren esta agresión", demandó.
"La insistencia del Papa, de que las homilías deben ser breves y sustanciosas, responde a la adopción del lenguaje bíblico, que está al servicio de la transmisión de la Palabra de Dios", destacó.
El arzobispo de Córdoba instó a "revisar nuestro fariseísmo personal y eclesial" y destacó el primado para los cristianos de la interioridad y el deseo de hacerlo todo por amor a Dios.