El obispo de Formosa recordó que en julio la comunidad formoseña lo dedica en especial a María por celebrarse la advocación de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la diócesis, la provincia y ciudad.
En la misa dominical por Cadena 3, el arzobispo cordobés meditó sobre la parábola del Buen Samaritano, denunciando la indiferencia como forma de violencia y exhortando a una cercanía con el que sufre.
"Tratan de curar no solamente las heridas físicas, sino las heridas del alma a veces ligadas a la injusticia, a la discriminación, al rechazo, a la soledad", destacó el arzobispo de Buenos Aires.
El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre la virtud de la mansedumbre, en contraste con una cultura que exalta la violencia como forma de poder.