"La fiesta de la Trinidad, es la fiesta de la dignidad de los hijos de Dios, frente a ello, adoración y responsabilidad porque somos los herederos", subrayó el arzobispo de Bahía Blanca.
El obispo de Posadas señaló el desafío de implica expresar que Dios es "el único absoluto" en un contexto en el que no se discute ni siquiera la existencia de Dios, sino que se la omite y silencia.
En la solemnidad de la Santísima Trinidad, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo de San Francisco, reflexionó sobre el Evangelio.
"Pidámosle poder respetar la diversidad, poder aceptar a mi hermano, a mi hermana que es diversa, para que podamos tener entre nosotros una verdadera convivencia", expresó el obispo de San Isidro.