Con un motu proprio publicado hoy, el Papa amplió a treinta días el plazo para que las personas consagradas separadas de los institutos religiosos apelen la sentencia en su contra.
"Nadie puede ser marginado", dijo Francisco en la misa del Domingo de Ramos celebrada en la Plaza de San Pedro, abriendo así la Semana Santa en el Vaticano.
Antes del rezo de la oración mariana del Ángelus en este Domingo de Ramos, Francisco agradeció las oraciones y expresiones de cercanía, particularmente durante su convalecencia de los últimos días.
Lo expresó en un mensaje para la jornada "Colonización, descolonización y neocolonialismo en la perspectiva de la justicia y el bien común", organizada por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.