El obispo señaló que el proyecto surgió en la pandemia y agregó que se pensó en ubicarlo "en la Gruta de la Virgen del Valle, que significa tanto para la devoción del catamarqueño".
Otorgadas por el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, el templo alberga ahora, para su veneración, reliquias de primer grado de san Jerónimo y de las santas Justina, Teodora y Lucía.
Miles de fieles y devotos se dirigieron al santuario de esa advocación mariana para llevar sus intenciones. En la misa central, Mons. Ares pidió ver "cómo podemos alabar a Dios desde lo cotidiano".
El arzobispo de Rosario, al conmemorar a los fieles difuntos, dijo que "ofrecemos de un modo especial el santo sacrificio de la misa, aplicando la indulgencia en favor de las almas del purgatorio".