Los conventos están ubicados en Managua, Matagalpa y Chinandega. Tras la expulsión, "se desconoce el paradero" de las religiosas, según denunció la abogada y activista Marta Molina.
Otros dos clérigos católicos fueron expulsados del país tras haber sido arrestados la semana pasada, lo que eleva a 245 el total de religiosos y religiosas expulsados de Nicaragua desde 2018.