Organizaciones de la Iglesia expresan solidaridad con el pueblo haitiano y piden a Dios "disponga los corazones, mueva voluntades, para que nuestros hermanos puedan gozar pronto de una vida plena".
Se advierte sobre una multiplicación de situaciones que afectan a miles de personas; se objeta que el shock del ajuste haya recaído en jubilaciones y salarios; y se alerta sobre más desempleo.
En un documento, los obispos Juan Chaparro y Oscar Miñarro, junto con el Equipo de Pastoral Social y Cáritas, alertan sobre "un creciente avance de la deshumanización política, social y económica".
Los sacerdotes evidenciaron una "gran preocupación" ante el "aumento desmedido de precios, la angustia por el desempleo, la precarización laboral y la droga que sigue atrapando a muchos pibes".