La Iglesia latina y el patriarcado greco-ortodoxo piden la intervención urgente de la comunidad internacional y denuncian el papel de las milicias que escapan al control de Damasco.
El vicario apostólico de Alepo, Mons. Hanna Jallouf, y el párroco latino de la ciudad, fray Bahjat, llamaron a los cristianos de Siria a reducir los miedos. Así, los animaron a "construir y no huir".
El padre Bahjat Karakach afirma que la parroquia es el punto de distribución de la ayuda, pero los recursos son limitados. Habló también de un pueblo "agotado por años de sufrimiento y estancamiento".
Desde el inicio de la violencia, hace unos seis días, se registraron más de 300 muertos y al menos 15.000 desplazados. Cifras destinadas a aumentar. La ONU inició la evacuación de Alepo.