El arzobispo emérito de Corrientes marcó la necesidad de que no decrezca la eficacia de la evangelización en sus dos aspectos: el legítimo mandato misionero y la santidad personal.
El arzobispo emérito de Corrientes destacó que el culto que el Pueblo le profesa a la Virgen María se hace signo en los innumerables santuarios marianos de muy diversas y venerables advocaciones.
"Con nuestros pecados y virtudes, pobrezas y posibilidades, temperamentos y habilidades, Dios quiere hacer su obra de evangelización y santificación", recordó el arzobispo emérito de Corrientes.
"Es la ocasión de un examen honesto, recordando el cuestionamiento de un antiguo pastor protestante: 'bautizados ¿son ustedes aún cristianos?'", preguntó el arzobispo emérito de Corrientes.