"El profeta no inventa verdades, presta su palabra y su vida a la Verdad que Dios transmite por su intermedio. Por ello debe ser humilde y negarse a tergiversar lo que recibe de Dios", afirmó.
El arzobispo emérito de Corrientes lamentó que la humildad esté lejos de ser considerada como respuesta "única" a los conflictos intrincados que dominan la situación socio política actual.
"Verdad que no se aviene a los criterios en boga, promocionados por intereses políticos sesgados de oportunismo", afirmó el arzobispo emérito de Corrientes.
Así lo consideró, al citar el prefacio para la solemnidad de Cristo Rey: "Reino eterno y universal, reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz".