Los cardenales Parolin y Porras Cardozo coincidieron en resaltar que la canonización del venezolano José Gregorio Hernández implica el compromiso cristiano de imitarlo y seguir su ejemplo.
En coincidencia con la fecha de su natalicio, numerosas personas peregrinaron a su pueblo natal, donde rezaron por la pronta canonización de quien es conocido como "el médico de los pobres".
Francisco instó a "no quedarse en las palabras, sino ensuciarse las manos en las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas" de nuestro tiempo.
Los médicos católicos honraron al nuevo beato con una misa de acción de gracias en la basílica Santa María del Mar, de Barcelona, presidida por el cardenal Juan José Omella.