Visitó el Palacio del Santo Oficio, donde residía, y saludó a los presentes. Al pedido de una niña que le firmara una Biblia, el pontífice dijo en tono de broma: "Tengo que probar la nueva firma".
En una carta, el episcopado le transmitió su "filial afecto" en vísperas del octavo aniversario de su elección pontificia y manifestó su alegría por el reciente viaje papal a Irak.