"La difusión del Evangelio se vuelve hoy más urgente. Para ello el Verbo se hizo carne y produjo la Redención de los hombres mediante el inexplicable tormento de la crucifixión", recordó el arzobispo.
"Es misión de la Iglesia transmitir la Buena Noticia. Es una tarea que trasciende el aspecto docente para privilegiar, como necesario complemento, el testimonial", recordó el arzobispo emérito.
El arzobispo de San Juan de Cuyo afirmó que no es ni ilusión, ni cliché, ni una frase aprendida de memoria, sino una experiencia para compartir con los hermanos, especialmente con los que más sufren.
El obispo coadjutor de Venado Tuerto advirtió la "vocación y obligación de anunciar el Evangelio" y reparó en el riesgo de "monopolizar la Buena Noticia".