La organización caritativa de la Iglesia promueve esa petición en favor de los países más pobres, inspirada en el folleto de proclamación del Año Santo.
Allí se forman los futuros sacerdotes del NEA. En junio, la iniciativa está a cargo de la diócesis de Reconquista, que pide alimentos no perecederos y artículos de limpieza e higiene personal.
Uno de cada tres declarantes confía en la labor social, espiritual y religiosa que realiza la Iglesia en ese país.
A través de políticas y normativas sólidas, la organización aborda con seriedad cualquier forma de maltrato y explotación, en pro de la seguridad y dignidad de los menores y personas vulnerables.