Al recibir a los miembros del Consejo Mediterráneo de la Juventud, el pontífice exhortó a los jóvenes a ser "signos de la esperanza que no defrauda, porque está arraigada en Cristo".
Francisco pidió fraternidad entre todas las orillas del Mediterráneo, y agregó: "Esta es la mejor respuesta que podemos dar a los conflictos mortales y a la indiferencia".
Por iniciativa de la Iglesia de Marsella, unos 200 jóvenes de todos los credos y religiones navegarán las costas del "Mare Nostrum" desde el 1º de marzo hasta el 26 de octubre de 2025.
En la audiencia general, el pontífice hizo un balance de su viaje apostólico a Marsella. "El mar es una cuna de civilización para la vida, no es tolerable que se convierta en una tumba", expresó.