Con la presencia de dirigentes de todo el país, la entidad celebró una misa de acción de gracias en la iglesia porteña San Juan Bautista, donde renovó su compromiso misionero.
Participaron cientos de jóvenes y asesores, referentes de 33 diócesis y siete movimientos nacionales. Se dialogó sobre diversos temas y se presentó el nuevo equipo ejecutivo nacional.
En el marco de su asamblea nacional, los delegados diocesanos alzaron su voz para exigir el respeto de los derechos indígenas consagrados tanto en convenios internacionales como en la Constitución.
Reunidos en la 68° Asamblea Nacional, los presidentes de las 50 diócesis del país le enviaron un mensaje a Francisco, invitándolo a venir a la Argentina "como pastor universal y hermano nuestro".