"No podremos equivocarnos si sabemos que María, nuestra madre, también de manera distinta nos sigue acompañando y nos sigue sosteniendo", aseguró el obispo castrense.
Los participantes del plenario episcopal le enviaron una carta al Papa, manifestándole la voluntad de caminar como Iglesia "en fidelidad al Evangelio, en espíritu sinodal y con corazón misionero".
Visitó el Palacio del Santo Oficio, donde residía, y saludó a los presentes. Al pedido de una niña que le firmara una Biblia, el pontífice dijo en tono de broma: "Tengo que probar la nueva firma".