El obispo de San Francisco reflexiona sobre la imagen de Jesús misionero, y plantea que Él mismo es misión, en cumplimento de su identidad más honda de Hijo 'enviado' por el Padre.
El obispo de San Francisco reflexionó sobre la escena de Jesús confrontándose con la incredulidad y destacó que, aunque asombrado de esa falta de fe, sigue anunciando el Evangelio.
El obispo de San Francisco anima a "abrirse por la confianza de la fe en Dios, el único poder que puede llevar vida cuando parece que la última palabra la tiene la muerte".
El obispo de San Francisco sostuvo que "basta vivir para que surjan tormentas que amenazan la vida", pero recordó que la imagen resulta incompleta, "si no contemplamos a Jesús dormido en la popa".