Será durante la Jornada Mundial de los Pobres. La Familia Vicentina desea dar un "testimonio vivo de la fe" que se transforme en servicio y misión para "llevar esperanza a los más necesitados".
Más de 20 obispos y 150 misioneros vicencianos participaron en las celebraciones en la Maison Mère, centro espiritual fundado por San Vicente de Paúl.
En un mensaje dirigido al superior general de la Congregación de la Misión, el Santo Padre subrayó la importancia del espíritu vicentino para "la renovación de la Iglesia en nuestro tiempo".
El domingo, Francisco pidió un aplauso para Ján Havlík -seminarista de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paul y beatificado la víspera-, destacando su perseverancia en la fe.