En su reflexión semanal, el obispo de San Isidro destacó que "la persona de fe naturalmente es una persona humilde porque sabe que la fe le ha venido como don de Dios".
El obispo de San Isidro aseguró que "la fe nos anima a hacer posible lo imposible porque Dios está al lado nuestro, dándonos toda la garantía de su amor, de su presencia y de su seguridad".
"Que Dios nos bendiga en este momento tan difícil y nos ilumine para poder trabajar juntos por el pan y el trabajo, que es trabajar por la justicia", pidió en la víspera de la fiesta de San Cayetano.
El presidente del Episcopado escuchó a los representantes gremiales de los trabajadores del subterráneo y el Premetro sobre esta problemática, y abogó por una pronta solución al conflicto.