En la oración mariana de este domingo, el pontífice instó a cultivar el "desierto interior"en medio del ruido y los negocios cotidianos. Según él, es la única manera de estar presente para el prójimo.
"La comunión y la sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana y nuestro apostolado, valores indispensables para una Iglesia verdaderamente misionera", dijo el Papa en el Ángelus.
En su alocución previa a la oración mariana del Ángelus, el Papa recordó "que, si bien Jesús no nos ahorra las contrariedades, sin abandonarnos nunca, nos ayuda a afrontarlas. Nos hace valientes".
En el Ángelus dominical, el Papa animó a ser personas "que ya no viven para sí mismas, en la lógica de la posesión y del consumo, sino que saben hacer de su vida un don para los demás".