El arzobispo de Rosario presidió una misa en la capilla de Jesús Misericordioso, donde la comunidad diocesana le dio el último adiós a quien definió como "el Papa de la misericordia".
En el Ángelus de la fiesta de san Esteban, primer mártir cristiano, el Santo Padre invita a los fieles a preguntarse si se interesan y rezan por quienes hoy son perseguidos a causa de su fe.
En su discurso a la comunidad del Colegio Penitenciario Vaticano, el pontífice les pidió a los confesores no ser "psiquiatras", escuchar con mansedumbre y perdonar siempre. "Perdona todo", expresó.
El arzobispo de Mendoza sugirió acercarse "cada día a Cristo, leer la Palabra y encontrar en Él; ese alimento no perecedero, esas palabras de vida eterna".