Los niños llevaron sus intenciones a los pies de la Virgen y el obispo, Mons. Jorge Lugones SJ, también peregrinó junto a sacerdotes de su jurisdicción.
"La presencia de María de Luján es un llamado a que tengamos la capacidad de desarrollar la blandura, la ternura, la recepción de los unos con los otros", dijo el arzobispo de Mercedes-Luján.
El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe presidió la Eucaristía en la Iglesia Argentina de Roma. Se rezó la Oración por la Patria y hubo una procesión con la imagen mariana.
El obispo castrense presidió la Eucaristía en la fiesta de la Virgen de Luján y animó a "pedirle a María que podamos crecer en la amistad con Dios, cuidarnos como hermanos y querernos más".