"No hay que dudar de que el Espíritu de Dios nos dará su fuerza y nos sostendrá para transformar la historia según los designios de Dios", expresó en su editorial en el periódico Peregrinamos.
El arzobispo de Mendoza destacó que "el encuentro" es el fruto de Pentecostés, ya que en aquel acontecimiento "la grieta" de la torre de Babel fue finalmente derrotada por el triunfo del Espíritu.
Durante la misa de Pentecostés, celebrada en la capilla del obispado de Río Gallegos, el prelado destacó las tres características fundamentales que provienen del Espíritu Santo: paz, alegría y perdón.
El arzobispo de Bahía Blanca, en su homilía del domingo de Pentecostés en la Catedral Nuestra Señora de la Merced, se refirió a los dones con que Jesús prepara espiritualmente a sus discípulos.