El obispo de San Isidro invitó a recibir y transmitir la paz a todas las hermanas y hermanos, aunque este deseo sea una utopía en este tiempo del mundo en guerra.
"Que en este memorial agradecido, el Dios de la Misericordia les conceda su bendición. ¡Jag Sameaj Pésaj!", transmiten en su salutación, y reafirman su vocación de trabajar fraternalmente por la paz.
Monseñor Gabriel Mestre y la comunidad marplatense agradecen el servicio desempeñado en la diócesis y rezaran por él y su nuevo oficio pastoral el próximo Domingo de la Misericordia.
Enmarca las jornadas de este año en la pronta beatificación de los Mártires del Zenta e invita a hacer propios los clamores, luchas, sueños, alegrías y esperanzas de estos pueblos originarios.