Repasando diversas realidades conflictivas en el mundo, Francisco recordó que la paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. "¡No más estruendos de armas!", clamó.
Rezó por las víctimas y los niños de Israel, Palestina y Ucrania, pidió liberar a los rehenes y el alto el fuego en la Franja. Asimismo oró por Siria, El Líbano, Haití y el pueblo rohingyá.
En su mensaje navideño durante la bendición "Urbi et Orbi", recordó cómo Jesús revela el amor de Dios por cada uno y produce "la alegría que consuela los corazones, renueva la esperanza y da paz".
Alertó que se está viviendo una "grave carestía de la paz" en otros lugares, como Siria, Israel, Palestina, Haití y Líbano, a los que definió como escenarios de la "tercera guerra mundial".