En la séptima congregación general participaron 180 cardenales, 124 de ellos eran cardenales electores.
Francisco escribió una carta a los responsables de la Curia Romana, admitiendo "graves problemas" de sostenibilidad financiera.
El obispo designó como miembros a las siguientes personas: Pbro. Alejandro Mengucci, Pbro. Hernán Chavarrito, Analía Barthe Placenave, Belén Aenlle, Gisela Cretón, Hna. Hilda Báez y Alejandra Bilbao.
Con esa finalidad, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, solicitó ayuda al Consejo Episcopal de Asuntos Económicos.