El administrador apostólico de Buenos Aires, desde el atrio de la catedral porteña, presidió la celebración y la procesión de Corpus Christi por última vez antes de la sucesión arzobispal.
El purpurado porteño dio gracias a la comunidad arquidiocesana, que lo despidió con mensajes de un laico, una consagrada, un sacerdote y un obispo. Le obsequiaron una imagen del Buen Pastor.
La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi) conmemora la institución de la Eucaristía, que constituye el centro de la liturgia y del culto de la Iglesia Católica.
La ceremonia está prevista para las 14 en el atrio de la catedral porteña. El Papa Francisco lo promovió como arzobispo el pasado 26 de mayo y sucederá al cardenal Mario Poli.