Sábado 27 de abril de 2024

Cientos de catamarqueños participaron de la fiesta de la Protección de la Virgen del Valle

  • 4 de septiembre, 2023
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
En un nuevo aniversario del sismo que afecto a la provincia en 2004, la comunidad diocesana se acercó al santuario para pedir y agradecer la protección y el amparo de la patrona diocesana.
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La comunidad diocesana de Catamarca conmemoró el domingo 3 de septiembre el 19° aniversario del sismo que envolvió a dicha provincia en 2004, durante la fiesta de la Protección de Nuestra Señora del Valle. También se celebró el segundo aniversario de la beatificación de Fray Mamerto Esquiú.

Participó de la ceremonia el vicegobernador Rubén Dusso, junto con diversas autoridades gubernamentales. 

El obispo local, monseñor Luis Urbanc, encabezó la tradicional bajada de la imagen patrona de la diócesis desde el camarín y hasta el presbiterio, momento que fue acompañado por el párroco del santuario mariano, presbítero Gustavo Flores, sacerdotes de la diócesis, miembros de la guardia de honor de los Bomberos de la Policía de Catamarca, y la animación del Ministerio de Música Yanai.

En su alocución, el prelado agradeció la “especial protección que dispensa sin cesar a nuestro pueblo, de un modo particular el que mostró aquél, no tan lejano, 7 de setiembre de 2004, cuando con su manto cubrió toda la provincia, protegiéndonos del terrible terremoto que nos tuvo en vilo ese día y los días posteriores, mientras la tierra buscaba reacomodarse”.

Luego, recordó que ella también “tuvo mucho que ver para que podamos estar celebrando el segundo aniversario de la beatificación de Fray Mamerto Esquiú, gran prohombre de la patria naciente y de la Iglesia del siglo XIX, como religioso franciscano, sacerdote y obispo preclaro con su sabiduría, fortaleza y santidad”.

“Queremos recordar -agregó el obispo- las intervenciones de Dios en nuestra historia para que cada generación de catamarqueños se una más a Dios, respete sus insondables designios de salvación y se comprometa con mayor fidelidad en el cuidado de la casa común, haciendo de toda la humanidad una gran familia de hermanos”.

Monseñor Urbanc invocó a la Madre para que ¡siga cuidando nuestras familias para que pongan siempre en el centro de ellas a Dios, fuente de vida, verdad, amor y paz; que siga acompañado de cerca a nuestros enfermos y ancianos; que haga que nuestros políticos y gobernantes inspiren su accionar en las luces que les da nuestra fe cristiana y pongan lo mejor de sus saberes y haberes al servicio del bien común”.

Además, pidió que “instrumente gracias especiales para mejorar sustancialmente la educación y la salud; que todo provinciano tenga un ingreso digno para vivir mediante un trabajo estable y seguro; que nos haga palpar su ternura materna a fin de que nos sepamos y obremos como verdaderos hermanos y hermanas, ocupándonos siempre de los más necesitados, desfavorecidos y frágiles”.

En tanto, pidió “que en nuestra sociedad catamarqueña reinen la comprensión, el diálogo, el respeto, el amor y el perdón… Que nuestra devoción a ti, Madre celestial, ayude a la gente a descubrir y aceptar la religión verdadera, revelada por tu Hijo Jesucristo, y haz que las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad que recibimos en el Bautismo obren con toda fuerza en la vida de cada uno de tus hijos, en especial de los que no creen, ni aman ni esperan”.

Posteriormente se rezó el Rosario y se adoró a Jesús presente en la Eucarística. Luego se celebró la Eucaristía.+

» Texto completo de la homilía