Domingo 10 de noviembre de 2024

Entronizaron las reliquias de los mártires riojanos en la catedral de Merlo-Moreno

  • 21 de julio, 2023
  • Moreno (Buenos Aires) (AICA)
El obispo local, Mons. Juan Chaparro, señaló: "Hoy recogemos en ellos la entrega de tantas personas en nuestro mundo, que viven de las bienaventuranzas, la entrega y la práctica de la justicia".
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La catedral Nuestra Señora del Rosario, de la diócesis de Merlo-Moreno, fue escenario el lunes 17 de la celebración por la memoria de los cuatro beatos mártires riojanos y los 100 años del nacimiento del beato y ex obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli

La Eucaristía fue presidida por el obispo local, monseñor Juan Chapparo CMF, y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Oscar Miñarro; el presbítero Fabíán Sáenz, vicario general y párroco del templo; y el presbítero Eduardo Farrell, junto con otros dos sacerdotes. Participó de la celebración un numeroso grupo de fieles de diferentes comunidades.

En la homilía, monseñor Chaparro manifestó: “Para nosotros es una gracia y una bendición de Dios. En primer lugar, su vida, la vida de ellos, el desenlace, la entrega final. La muerte es el gesto, el acto que de alguna manera certifica la entrega que ellos tuvieron por el Reino de Dios, por Jesús. Si hay algo que está presente es que el Evangelio siempre traspasa, va más allá, ilumina, trasciende dando nueva vida a cada tiempo y cada momento”.

Además, dijo, “aquí hay algo propio de los mártires que hoy celebramos y ese es su enraizamiento en Jesús y su Evangelio, en el Dios de Jesús, en el Evangelio que Él proclamó, en el oficio de lectura”. De diversa manera, señaló, los mártires “trataron de acrecentar que tuvieron la gracia de vivir esa fe en Jesús y su Evangelio, y cada uno de ellos “tenía su propio entramado, su propia historia”. 

“Longueville, padre venido de Francia y ofrecido como misionero, como un signo de tantos misioneros que en nuestra tierra acompañaron la vida de sus pueblos y sus sufrimientos. Lo mismo que Carlos de Dios Murias, franciscano, que también sintió ese compromiso y terminó como los demás hermanos. Wenceslao descubrió la riqueza que tiene la Palabra para generar nueva vida. Un padre de familia, sencillo y simple; monseñor Angelelli, quien estando en Córdoba trabajó con la Juventud Universitaria, con sindicatos, pero siempre preocupado por la salvación del pueblo”; se explayó.

“Me parece que estos mártires mandaron este signo para que busquemos que seamos una Iglesia con comunidades preocupadas por los demás”, continuó.

Y finalizó: “Hoy nosotros recogemos en ellos la entrega de tantas personas en nuestro mundo que viven de las bienaventuranzas, la entrega y la práctica de la justicia, estén donde estén”.

La entronización de las reliquias se dio gracias al impulso del equipo de la Pastoral Social de la diócesis de Merlo-Moreno y también por la cooperación de monseñor Chaparro y del obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida.+