Merlo-Moreno: Mons. Miñarro se despide de la diócesis antes de servir en el Alto Valle
- 13 de agosto, 2025
- Merlo (Buenos Aires) (AICA)
El obispo saludó a las comunidades antes de asumir como administrador apostólico en Río Negro. "Permítanme irme 'siendo' párroco. Siento que mi corazón es de discípulo de Jesús y de párroco", pidió.

Monseñor Oscar Miñarro, quien ejerció su ministerio pastoral en distintas comunidades de la Diócesis de Merlo-Moreno, anunció su despedida para asumir una nueva misión en la diócesis hermana del Alto Valle del Río Negro, donde asumirá como administrador apostólico por decisión del papa León XIV.
En una carta, el obispo auxiliar recordó sus inicios como joven que soñaba con "ser un curita que sirviera a la gente en una parroquia de nuestros barrios" y agradeció a las comunidades que lo recibieron a lo largo de su camino, desde sus primeras experiencias en los barrios de Moreno junto al padre Zamorano y Gustavo Esteche, hasta su paso por parroquias como San Francisco de Asís, en Francisco Álvarez, y La Merced, en Merlo.
El prelado destacó la importancia de la fraternidad sacerdotal, de las mesas compartidas, de la Palabra de Dios y de los vínculos construidos con religiosas, diáconos y laicos.
Crear lazos humanizantes
"Nuestro ministerio es crear lazos humanizantes para que nuestra vida sea en abundancia y hacer experiencia del Reino al caminar con otros", agregó.
A la comunidad de Virgen de la Paz, de la que fue párroco, les agradeció porque "me permiten irme 'siendo' párroco. Siento que mi corazón es de discípulo de Jesús y de párroco. Viví el ministerio de obispo como si fuera en una gran comunidad donde se puede servir viviéndolo como hermano de todos".
Monseñor Miñarro reconoció que cada partida deja "un pequeño desgarro en el corazón" pero también abre a "nuevas experiencias eclesiales, nuevas realidades y nuevos hermanos y hermanas" a quienes acoger con cariño.
Citando al obispo Pedro Casaldáliga, aseguró que se lleva "el corazón lleno de nombres" y pidió: "Recen, y mis disculpas por las cosas que no hice bien o si lastimé con algún gesto o palabra".
"El que dice que las despedidas no duelen, es que nunca se ha despedido. Así estoy", concluyó antes de viajar para hacerse cargo de la comunidad diocesana de Alto Valle del Río Negro.+