Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Conejero Gallego: "La paz, camino para la fraternidad"

  • 10 de enero, 2019
  • Formosa (AICA)
"La paz es un don de Dios y un desafío para la buena política; ésta ha de ejercerse con caridad, enriquecida con las demás virtudes humanas, como la justicia, el respeto mutuo y la honestidad, siempre al servicio de los derechos humanos", expresó monseñor José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa, en referencia al mensaje por la Jornada Mundial de la Paz.
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Con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra desde hace 52 años cada 1º de enero, en la solemnidad de Santa María Madre de Dios, el obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, envió un mensaje a la comunidad diocesana.

Titulado "La buena política está al servicio de la paz", el mensaje trae a colación la realidad del mundo actual que, según el papa Francisco, es un "clima de desconfianza", "que echa sus raíces en el miedo al otro o al extraño (?) que ponen en cuestión la fraternidad que tanto necesita nuestro mundo globalizado", según citó el prelado.

"La paz es un don de Dios y un desafío para la buena política; ésta ha de ejercerse con caridad, enriquecida con las demás virtudes humanas, como la justicia, el respeto mutuo y la honestidad, siempre al servicio de los derechos humanos", expresó monseñor Conejero Gallego.

Mencionó los "vicios de la política" como "la corrupción y el enriquecimiento ilegal, el abuso de la fuerza y la tendencia a perpetuarse en el poder", que además son responsables de "una falta de credibilidad a los sistemas en los que se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella".



De este modo, afirmó que "es necesario y conveniente dar paso y promover la participación de los jóvenes para que sean verdaderamente protagonistas con sus carismas, creatividad y capacidades en favor de la comunidad. Desterrar siempre la guerra, las amenazas e intimidaciones, así como también la proliferación incontrolada de las armas que atenta contra la concordia y la sana convivencia humana".

La Paz del mundo de la que "todos somos responsables", es también, dice el papa Francisco, "una conversión del corazón y del alma" y hay que reconocerla y afrontarla inseparablemente desde la triple dimensión: "con nosotros mismos, con los demás y con la creación en el cuidado de la Casa común", puntualizó el obispo de Formosa.

Invitó a la comunidad diocesana a ser "instrumentos de paz para con todos", siento conscientes de nuestras "debilidades y fragilidades", recalcó la importancia de reconocer a Dios como "fuente de toda santidad". "Como bautizados y enviados, queremos contribuir, con nuestra fe y vida, a instaurar la fraternidad universal de la familia humana", concluyó.+