Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Croxatto a los misioneros: Dar lo que tenemos, para que el Señor lo multiplique

  • 11 de enero, 2021
  • Neuquén (AICA)
Con una misa presidida por el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, culminó el viernes 8 de enero la Tercera Misión Juvenil Diocesana.
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El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió el 8 de enero en la capilla María, Madre de la Tierra, la misa de cierre de la Tercera Misión Juvenil Diocesana, que se llevó a cabo en cada comunidad de la diócesis del 4 al 8 de enero con el lema "Aquí estoy: Envíame".

En su homilía, el obispo reconoció que con esta misa termina “esta parte” de la misión, porque hay jóvenes de la diócesis misionando en otras zonas, y lo seguirán haciendo durante el verano.

“Qué lindo es que toda la diócesis, de alguna manera o de otra, viene acogiendo esta propuesta que viene desde agosto, esta tercera misión juvenil: ‘Aquí estoy: Envíame’”, expresó.

“Siempre la misión nos deja algo”, afirmó el prelado, y animó a los presentes a compartir “una palabra que nos deja este recorrido”. Esperanza, encuentro, alegría, fe, audacia misionera, creatividad, amor hacia los otros, fueron algunos de los conceptos recogidos.

Al referirse al Evangelio, monseñor Croxatto destacó: “Jesús se encontró con una multitud de gente que estaba ‘como ovejas sin pastor’”. En ese sentido, señaló que “mucha gente está necesitando una palabra”.

“Pensaba en ustedes, cuando venía para acá, que seguramente también han recogido eso, cuánta necesidad de seguir acompañando a muchos lugares más. Hay una gran multitud que está necesitando al Señor, está necesitando que Jesús salga a su encuentro”.

“Qué lindo traer a este altar todo lo que ustedes fueron recogiendo, pero traer también a todos los que están necesitando, cargarlos nosotros en el corazón, porque la misión no se acaba”.

“Acá hay otra enseñanza linda, en el Evangelio, nos pone una actitud que tiene que estar presente en el corazón de los cristianos, una actitud que no la tenían los apóstoles, hacer crecer en nosotros, y entre todos contagiarnos, tenemos que hacernos cargo: ‘Denles ustedes de comer’”.

“Cada uno de nosotros tenemos algo: Poco, mucho, no importa. ‘Cinco panes y dos pescados’. El Señor multiplica lo nuestro. Si ponemos lo poco que tenemos, nuestro tiempo, algún talento, el Señor lo va a multiplicar. Entonces hoy le vamos a ofrecer también al Señor lo poco que tenemos, lo poco de esta semana, no es mucho lo que uno puede hacer en cinco días. Esto poco es lo que tenemos que decir: ‘Señor, esto es lo que trajimos’. Estos gestos sencillos de estos días, Él los puede multiplicar”.

La Tercera Misión Juvenil Diocesana tuvo una propuesta diferente, adaptada al tiempo de pandemia: cada comunidad realizó distintos gestos misioneros, y continuarán realizándose durante los próximos meses, sujetos a las medidas de cada lugar. Las actividades fueron compartidas a través de las redes sociales.

El grupo “Trabun”, de Plottier, realizó una misión interparroquial en zonas como Bardas Soleadas y en la comunidad Ceferino Namuncurá. 

También hubo una jornada misionera en la Casita de la Barda, sede de las Hermanas Siervas del Espíritu Santo, donde los jóvenes pintaron murales y realizaron actividades al aire libre.

El 6 de enero, el presbítero Sergio Caparrós celebró una misa de envío misionero en la parroquia Sagrado Corazón, a tres jóvenes de la comunidad.

En Loncopué, los jóvenes del grupo El Buen Samaritano combinaron acciones ecológicas, momentos de oración, gestos comunitarios, y compartieron la llegada de los Reyes Magos.

Los jóvenes del departamento Minas, en la zona norte de la diócesis, tuvieron su misa de envío en Huingan Có, realizaron una misión radial y visitaron a las familias. La misión diocesana en el norte neuquino recorrió Los Miches, Cayanta, Huaraco, Los Carrizos, Andacollo, Los Guañacos y Huingan Có.+