Lunes 29 de abril de 2024

Mons. Mestre: 'Experimentemos que el Señor una y mil veces nos sostiene con su mano'

  • 17 de agosto, 2023
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El administrador apostólico de Mar del Plata manifestó que a pesar de que "muchas veces experimentamos que nos hundimos, Jesús siempre se acerca en medio de las tormentas de la vida".
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El administrado apostólico de Mar del Plata y arzobispo electo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, reflexionó a la luz de los textos litúrgicos del domingo y subrayó, como lo hace habitualmente, tres puntos: La barca con el viento en contra, tranquilícense soy yo; no teman, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo.

La barca con el viento en contra
En este primer punto, el prelado recordó: “Sabemos que la barca es símbolo de la Iglesia. Pero lo es también de la humanidad, de cada grupo, de cada familia porque en definitiva es símbolo de la vida de cada uno, de cada persona”. 

“Recordemos la frase que el Papa Francisco pronunció en 2020, en las puertas de la Semana Santa, en medio de la pandemia global del coronavirus, ayudándonos a tomar conciencia de que todos estamos en la misma barca. De una u otra forma, la barca, es la vida de cada uno de nosotros”, continuó.

Además, destacó que en la barca “experimentamos el viento en contra, las tormentas, las olas grandes, las dificultades todas… Como los discípulos en medio del vendaval en la barca, muchas veces también nosotros caemos en desesperación y, lo más grave, no reconocemos la presencia del Señor que viene a nuestro encuentro. Jesús siempre se acerca en medio de las tormentas de la vida”.

Entonces, animó a meditar internamente “cómo está hoy la barca de mi vida; qué percibo de la barca de la humanidad, de la barca de la Iglesia y cuál es el viento en contra que hoy complica mi vida.

“Tranquilícense, soy yo; no teman”
Luego, en el segundo punto de su reflexión, monseñor Mestre se refirió a cuando Jesús se acerca a sus discípulos desesperados y les dice la frase: ‘Tranquilícense, soy yo; no teman’. “La expresión ‘soy yo’ tiene un sentido absoluto y significa ‘Yo soy Dios’, es decir, revela la divinidad y el poder omnipotente del Señor. Los discípulos pueden estar tranquilos porque es Dios el que va a su encuentro”, subrayó.

“¡Qué bueno si grabáramos esta frase para siempre en nuestra memoria espiritual y afectiva! Sobre todo, en los momentos de dificultad. Escuchar al Señor que nos invita a estar tranquilos porque él es verdaderamente Dios y nos acompaña en la barca de nuestra vida siempre. No se trata de una tranquilidad superficial o una búsqueda de armonía artificial. Este estar nos viene de Dios y puede coexistir con los problemas y dificultades propias de la vida”, agregó.

En ese sentido, alentó a descubrir si “busco en la presencia del Señor la verdadera tranquilidad en la vida?

“Jesús le tendió la mano y lo sostuvo”
Finalmente, monseñor Mestre comentó que en la segunda parte del relato Pedro desafía al Señor y este responde invitándolo a caminar sobre el agua. La actitud desafiante se transformará nuevamente en miedo y Pedro se hunde. “En este momento brota lo mejor de su corazón y pedirá auxilio a Dios: ‘Señor, sálvame’. Ahí entra la delicadeza de Jesús que 'le tiende la mano y lo sostiene', a la vez que le reprocha su falta de fe y duda hacia Él”.

“¡Qué bella experiencia la de Pedro de sentirse sostenido por el Señor! Todos estamos invitados a ser sostenidos por la mano del Señor. ¡Cuántas veces experimentamos que nos hundimos! ¡También experimentemos que el Señor una y mil veces nos sostiene con su mano!”, concluyó.+