Declaró, entre otros temas, que no asistiría a la nueva dedicación de la catedral de Notre Dame y, sobre su posible viaje a la Argentina, dijo que "habría que aclarar primero algunas cosas".
Tras 12 días de visita en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el Papa se despidió en el aeropuerto Changi, de este último país, donde se sacó "selfies" con varias personas.
"El diálogo interreligioso entre los jóvenes requiere coraje, porque la juventud es la edad del coraje", señaló el Papa a los representantes juveniles de los credos.
El Papa se dirigió a ese centro asistencial y hospitalario de 90 años de antigüedad situado en las afueras de la ciudad. Allí, aseguró sus oraciones y su perdón a cada residente.