En su reflexión del Octubre Misionero, el obispo de Neuquén recordó la urgencia de renovar el celo apostólico y de llevar el Evangelio a todos los pueblos.
"Es un pecado grave de omisión ocultar o negar la presencia de Cristo - Evangelio del Padre - a un mundo que necesita ser salvado por Él", planteó el arzobispo emérito de Corrientes.
El obispo emérito de San Isidro subraya la ceguera espiritual provocada por la falta de caridad y la urgencia de una conversión del corazón para reconocer al otro como don de Dios.
El arzobispo de Córdoba llamó a "despertarse" ante la indiferencia social, exhortó a tender la mano al pobre y advirtió que "el cuidado de los más frágiles no es un acto de caridad, sino de justicia".