El arzobispo de Paraná rindió homenaje al fallecido pontífice, destacando su humildad, compromiso con los más vulnerables y su legado como "el Papa de los gestos que hablaban más que mil palabras".
"Gracias por habernos recordado que la ternura no es debilidad, que la verdad no necesita gritar, que la Iglesia puede ser madre y hospital de campaña", expresó el arzobispo sanjuanino.
"Es el día festivo de la Divina Misericordia. La relación con la Pascua ofrece la perspectiva del amor infinito de Dios ? en Cristo - por la toda la humanidad", sostuvo el arzobispo emérito.
Frente a la Virgen de Luján, el arzobispo lo recordó como "un profeta, un hombre de Galilea, con una voz incómoda pero necesaria para el mundo".