En vísperas de las exequias de Benedicto XVI, los obispos de la Argentina rezan por su eterno descanso y agradecen su servicio a la Iglesia, celebrando diversas misas en sufragio por su alma.
En una catedral colmada de fieles, sacerdotes y obispos, el arzobispo de Buenos Aires señaló que "a su modo y estilo" el papa Benedicto dejó un "iluminador y fecundo magisterio pontificio".
Los restos del arzobispo fueron inhumados en la catedral local, tras la misa exequial presidida por Mons. Carlos Sánchez, quien lo recordó como "pastor fiel que supo guiar con la Verdad de Cristo".
El obispo de Nueve de Julio destacó que el prelado fallecido "defendió con todas sus fuerzas los valores esenciales a la humanidad, a la fe cristina y también a nuestra cultura".