El presbítero Justino Fernández tenía 80 años y actualmente era párroco de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Necochea.
El presbítero Santiago Baldazari tenía 92 años y había sido párroco de San José Obrero y de San Benito Abad. Además, viajó a las Islas Malvinas para contener a los jóvenes durante la guerra.
El religioso vivió una vida contemplativa, en la arquidiócesis de Paraná, dedicada a Dios, a la oración y también al acompañamiento de los enfermos y necesitados.
El presbítero Nelson Almeida tenía 96 años y fue ordenado sacerdote en 1953. "Damos gracias a Dios por su casi centenaria vida y su ministerio, tan fecundo entre nosotros", expresó el arzobispado.