El encuentro estuvo presidido por el obispo auxiliar, monseñor Fabián González Balsa, y reunió a cerca de 80 participantes de las distintas parroquias que integran el decanato.
El obispo auxiliar de Río Gallegos subrayó que la Ascensión no es un alejamiento de Cristo, sino una nueva forma de su presencia. "Jesús no nos deja solos. Nos promete el envío del Espíritu Santo".
El administrador diocesano de Río Gallegos aseguró que la "razón de ser de la Iglesia es gastarse por la misión, por el anuncio de la Buena Nueva a todas las personas, sin excepción".
El administrador diocesano de Río Gallegos recordó que el Señor "es todopoderoso, pero no de cualquier manera, sino que lo muestra con su bondad y amor, con el triunfo del bien sobre el mal".